lunes, 24 de agosto de 2009

Energías renovables en las explotaciones ganaderas gallegas




En 1983 se instaló el primer generador eólico en Galicia, concretamente en Santa Comba, y desde entonces el uso de las energías renovables ascendió de forma considerable en toda la comunidad. Pese a ello, el sector agroganadero era impermeable al uso de sistemas de este tipo para cubrir el abastecimiento energético de las explotaciones.

En la granja de la cooperativa O Lameiro, ubicada en Añá, una parroquia de la localidad coruñesa de Frades, encontramos uno de estos ejemplos de la apuesta por las energías renovables. Los cuatro socios optaron por un sistema mixto, instalando 16 paneles solares y un aerogenerador. Funciona desde hace alrededor de dos años, y los cuatro socios están contentos con el nuevo sistema. “Ata agora sempre funcionou ben, nunca nos dou un problema e ademais, cando pasou o Klaus nós estivemos abastecidos totalmente”, asegura Marisol García, la secretaria de la cooperativa.

La satisfacción también llega al ver la factura de la luz. Consiguen generar la mitad de lo que consumen habitualmente mediante las renovables. Según explica Juan, otro de los socios, cada dos meses registran un ahorro de entre 750 y 800 euros y pagan a la compañía eléctrica otros 750 euros. “Cremos que o aforro ten que ser maior, porque o contador da liña normal rexistra moi pouca entrada, polo que pensamos que tamén inflúe a última suba no recido da luz. Se non fora polo que consumimos do novo sistema seguramente pagaríamos moito máis”, razona el ganadero.

Los cuatro socios están a la espera de que les instalen unos contadores que registren la entrada y salida de energía desde los paneles y el eólico hacia la red eléctrica de la granja, para poder comprobar “de xeito real e con certeza” lo que ahorran con el nuevo sistema. Además, mediante las facturas no pueden contabilizar de forma exacta cuánto es el consumo de la granja porque la línea pertenece a la casa particular de la socia. Con la corriente que genera el sistema, en O Lameiro pueden ordeñar las 130 vacas que tienen actualmente, limpiar las instalaciones y también permite que funcione el pozo de agua y la bomba de presión.

De todas formas la energía que genera no es suficiente para que puedan conectar el tanque de frío de la leche. Juan explica que el problema reside en que el consumo se centra en momentos muy puntuales, por la mañana y por la tarde, cuando ordeñan las vacas, que es también cuando más energía consume el frío. “O resto do día podería funcionar coa enerxía dos renovables, pero témolo conectado á rede normal para non estar cambiándoo todólos días”, comenta.

Autor: Tamara Navaza Sa
Fuente: www.vigometropolitano.com



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